Desde el Servicio de Parques Nacionales de los Estados Unidos aseguran que el ruido de los drones afecta a los sonidos habituales del paisaje
Los niveles de estrés aumentan en los animales cuando están siendo estudiado por el objetivo de un drone. Al menos es lo que los expertos confirman. Cierto es, que la imágenes que nos ofrece un drone sobre la fauna y flora de una zona determinada son espectaculares, pero… ¿hasta que punto afecta esta tecnología a los animales?.
Los científicos nos brindan varios ejemplos:
- La Universidad de Montpellier asegura que acercarse en trayectoria vertical a las aves provoca en ellas un gran impacto porque creen que es un depredador quien se acerca.
- Un estudio de Fronteras en la Ciencia Marina –ver aquí– asegura que las ballenas se asustan cuando son alcanzadas por los drones.
- Desde la reserva de elefantes Masai Mara, en Kenia, aseguran que las hélices provocan en ellos una inmovilización de su cuerpo porque los paquidermos piensan que se les acercan abejas.
- Se ha comprobado que los osos negros aumentan sus pulsaciones a más de 120 por minuto cuando se acercan los aparatos.
La Universidad de Adelaide –ver más– ha creado un código de buenas prácticas para utilizar drones con animales y que no sufran impacto por ello. Os dejamos las recomendaciones:
- Adoptar un principio de precaución antes de comenzar con las pruebas.
- Utilizar procesos institucionales de ética animal para que la actividad cuente con supervisión
- Cumplir con los reglamentos de aviación civil
- Seleccionar aparatos apropiados para el trabajo
- Ejercer prácticas mínimas de vuelo para evitar turbar la vida silvestre y cesar cesar la actividad si resulta perjudicial para los animales.
- Publicar informes detallados de métodos y resultados
Consulta algunos de los videos en los que los animales han advertido esta tecnología y han querido derrotarla: Animales atacan a drones –ver aquí-.